REVIVAL MINISTRIES AUSTRALIA
An Apostolic Ministry to the Nations
And every day, in the temple and at home, they ceased not to teach and to preach Jesus as the Christ. - Acts 5:42
Traducción: Alberto Flórez-Granados
"Y el mismo Dios de paz os santifique por completo, y todo vuestro ser, espÃritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo" Ts 5:23.
Para ser hechos hijos espirituales maduros de Dios, a lo cual Él nos ha destinado que seamos, debemos entender la naturaleza de nuestra creación. Este versÃculo de 1 Tesalonicenses presenta la persona tripartita, es decir, compuestos de tres partes diferenciadas: espÃritu, alma y cuerpo. La mayorÃa de las personas no son conscientes de la naturaleza de nuestra creación y la religión cristiana tradicional ha enseñado que el hombre está compuesto de cuerpo, lo que se ve, el alma, la parte invisible del hombre, que vive para siempre. En el funeral cristiano siempre se reconoce que estamos es sepultando el cuerpo y que el alma ha partido.
El hombre como ser viviente es un ser complejo. Como hemos aprendido de 1 Tesalonicenses, el hombre tiene un espÃritu y un alma, y vive en un cuerpo. Sin embargo es necesario que distingamos entre el alma y el espÃritu. Hebreos 4:12 nos dice que lo único que puede producir esta división entre el alma y el espÃritu es la palabra de Dios. "Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos, y penetra hasta partir el alma y el espÃritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. "La palabra de Dios ministra a y afecta a todas las partes de nuestro ser, incluso llevando sanidad a las coyunturas y partes óseas, lo que significa que la palabra de Dios puede penetrar el cuerpo, eliminando las enfermedades.
Pero lo más importante, la palabra de Dios produce una división entre el alma y el espÃritu. Cuando entendemos que tenemos un espÃritu que nos ha dado Dios en la creación, que tenemos un alma, y que vivimos en un cuerpo, entonces podremos empezar a crecer en el hombre espiritual que Dios ha ordenado. Es sólo la palabra de Dios lo que nos permite funcionar como un hombre espiritual y escapar de la trampa por ser un hombre carnal, es decir, actuando como un hombre natural únicamente afectado por el mundo natural.
"Engrandece mi alma al Señor, y mi espÃritu se regocija en Dios mi Salvador" Lucas 1:46-47. Desde su alma MarÃa alabó al Señor, aclamando y proclamando lo que habÃa hecho. Ella magnifica al Señor desde su alma. Pero MarÃa dice que su espÃritu se regocijaba en Dios. Puesto que MarÃa pudo responder al ángel mensajero y recibir por fe la palabra rhema de Dios en cuanto a la concepción de Jesús, su espÃritu se vivificó y experimentó un regocijo espiritual. Esto desbordó su alma, lo que le permitió magnificar la grandeza del Señor. Hay dos funciones claras operándose: la vivificación del espÃritu de Dios, y la respuesta positiva en el alma de MarÃa.
Esto nos demuestra la urgente necesidad de oÃr a Dios y responder a Dios en nuestro espÃritu, y luego que el alma para sea sumisa al espÃritu y también responda positivamente. Cuando el alma se siente desanimada y triste, es muy difÃcil escuchar a Dios en nuestro espÃritu. Debemos aprender a animarnos a nosotros mismos en el Señor y dos formas confiables son los siguientes:
Debemos recurrir a Dios cuando nuestra alma esté atribulada. Cuando nuestra alma se encuentre vencida de alguna manera, debemos volver a Dios, y practicar las disciplinas cristianas fiables que Dios nos ha dado, el ejercicio de la fe como lo hacemos.
Volvamos a la creación de comprender más plenamente la creación del hombre como un ser vivo "Y Yahvé Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente [alma viviente]" Génesis 2:7. Dios, literalmente, le dio vida a la figura de arcilla que habÃa hecho del polvo de la tierra. Cuando el EspÃritu del Dios Eterno interactuó con la creación fÃsica, algo maravilloso y sorprendente sucedió: una persona humana fue creada. Esta persona fue creada del polvo de la tierra, por el aliento de Dios interactuando con ese polvo. Y esta maravilla continúa hasta nuestros dÃas: cuando el EspÃritu de Dios interactúa con una persona fÃsica, hay un nuevo nacimiento y la persona natural se convierte en un hijo de Dios.
Antes de nacer de nuevo, las Escrituras dicen que "estábamos muertos en delitos y pecados" (Efesios 2:1). Jesús dijo que para ver el reino de Dios debemos "nacer de nuevo" (Juan 3:3). Él continuó diciendo: "De cierto os digo, que el que no naciere de agua y del EspÃritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es, y lo que es nacido de la espÃritu es espÃritu" Juan 3:5-6. Nacer del agua se refiere al nacimiento natural - Jesús interpreta esto para nosotros: lo que es nacido del agua se refiere al nacimiento en la carne. El hecho de nacer del EspÃritu es nacer de nuevo del EspÃritu de Dios, el segundo nacimiento. Para conocer a Dios y Su reino, uno debe nacer del espÃritu. De lo contrario, sólo tendremos la religión, que no es del espÃritu.
"El EspÃritu mismo da testimonio a nuestro espÃritu de que somos hijos de Dios" Romanos 8:16. Este versÃculo se refiere al EspÃritu de Dios y se refiere al espÃritu humano dentro de nosotros. El espÃritu humano es nuestra parte más profunda. Sólo podemos conocer las cosas de Dios por medio de nuestro espÃritu. Cuando nacemos de nuevo, nuestro espÃritu, el cual siempre es parte de nosotros, es nacido de nuevo. No es el alma quien ha nacido de nuevo, sino es el espÃritu del hombre. Esto sólo puede suceder cuando el alma acepta el perdón de los pecados a través de Jesús Cristo y elige recibirlo. La presencia viva de Dios entra en nuestro espÃritu. A partir de entonces podemos recibir adecuadamente el EspÃritu de Dios por medio de nuestro espÃritu humano todo lo que necesitamos para crecer y desarrollarnos en Cristo, convirtiéndonos en el hombre espiritual maduro. Dios recaptura el espÃritu del hombre, de tal manera que podamos someter nuestras almas a nuestro hombre espiritual, que está conectado con el EspÃritu de Dios.
En las Escrituras, el alma se refiere a
• Toda la persona humana, un ser vivo, el ser que cada uno es. El alma se refiere al individuo; se refiere a la personalidad individual y todos somos diferentes.
• El alma se refiere a esa parte de la persona humana, que está separada del espÃritu del hombre y del cuerpo del hombre. El hombre completo está compuesto de cuerpo, alma y espÃritu. Podemos decir: "Soy un alma; Tengo un espÃritu; y vivo en un cuerpo"
La función del alma como parte integral de la persona humana es atraer al espÃritu, que es la parte más interna de la persona. Asà es como Dios nos diseñó: para que el alma reciba la dirección espiritual de parte de Dios. A continuación, la persona camina en esta dirección. El alma ejercita el cuerpo para alinearse en la dirección espiritual. Es en el reino del alma que luchamos, en la medida en que el alma se siente tentada a seguir los deseos de la carne, en lugar de ser guiados por el espÃritu.
Es a través de nuestros cinco sentidos fÃsicos que nos hacemos conscientes del mundo que nos rodea. Los bebés funcionan principalmente en el ámbito de los sentidos. Se tienen hambre lloran; si no sienten cómodos, lloran, y la mayor parte del resto del tiempo duermen. Nuestro cuerpo nos hace consciente del mundo, y sólo podemos interpretar el mundo a través de nuestros cinco sentidos: vista, oÃdo, olfato, gusto y tacto.
Pablo dice: "El hombre natural no percibe las cosas del EspÃritu de Dios, porque para él son locura y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente" 1Cor 2:14. El hombre natural sólo se preocupa por lo que su alma recibe del reino de los sentidos.
Es a través de nuestro intelecto [la capacidad de pensar] y de nuestras emociones [sentimientos] que somos conscientes de nosotros mismos. Es el reino del alma lo que nos hace consciente de sà mismos. El alma también tiene la facultad de elegir, de la toma de decisiones. En resumen podemos decir que el alma se compone de la mente, la voluntad y las emociones.
A medida que crecemos en la vida, el alma está destinada a gobernar el cuerpo, no permanece como un bebé y sólo reaccionar por los cinco sentidos. Esto no puede ocurrir a menos que la persona haya nacido de nuevo del espÃritu. Incluso las personas altamente educadas que se convierten y entienden mucho sobre psicologÃa y ciencias sociales, nunca pueden realmente entender la vida, porque el alma no está destinado a ser la fuente de la vida, sino el espÃritu del hombre que es la fuente de la vida. El alma nunca ha estado destinada a existir independientemente de Dios.
Es a través de nuestro espÃritu que llegamos a ser conscientes de Dios. El ser humano antes de nacer de nuevo, aún, por supuesto, tiene un espÃritu y puede recoger algunas cosas espirituales. Además, toda participación en la brujerÃa y ocultismo es activada por el espÃritu humano para discernir las cosas en el reino espiritual invisible. Tenga en cuenta que Pablo enumera la brujerÃa [magia] como una obra de la carne (Gálatas 5:20).
Dios mismo sólo puede ser conocido cuando la persona viene a Cristo y nace de nuevo. Como ya hemos dicho, se trata de una operación del EspÃritu de Dios. Asà es como llegamos a ser conscientes de Dios. El espÃritu consciente de Dios está llamado a influir en el alma, y el alma a su vez ejercita gobierno sobre el cuerpo. Si podemos llegar a este entendimiento y someternos a caminar en el espÃritu, con el EspÃritu de Dios habitando en nuestro espÃritu, la vida tendrá sentido y llegaremos a la madurez.
Hay un proceso de crecimiento hasta convertirse en un hombre espiritual. Al escribir a los Hebreos el escritor dijo: "Habéis llegado a tener necesidad de leche y no de alimento sólido" (Heb 5:12). Los hebreos habÃan permanecido como niños; que eran "inexpertos en la palabra de justicia" (v.13). No habÃan llegado a la "MAYORÃA DE EDAD [madurez]"; no podÃan discernir entre el "bien y el mal"; no habÃan ejercido sus sentidos (v.14). ¿A qué "sentidos" aquà nos referimos aquÃ? Respuesta: a los sentidos espirituales. ¿Por qué habÃan sido incapaces de ejercer sus sentidos espirituales? Les habÃa faltado el conocimiento de la palabra de Dios. ¡No se habÃan convertido en maestros! (v.12); habÃan permanecido como niños.
"Hay un cuerpo natural y hay un cuerpo espiritual" 1Cor.15:44b. Somos en primer lugar un cuerpo natural, pero queremos llegar a ser un cuerpo espiritual (v.46).Fuimos creados como el primer hombre, "de barro", pero se nos ha redimido para crecer en el hombre espiritual que "es el Señor del cielo" (v.47). Adán fue creado "un ser vivo [alma]. El último Adán [Cristo] se convirtió en un espÃritu que da vida" (v.45). No estamos siendo restaurados a ser como Adán, antes de caer; Hemos de ser "conformes a la imagen de su Hijo" (Romanos 8:29); debemos "llevar la imagen del celestial" (1Cor 15:49). Este es el crecimiento espiritual que Dios ha ordenado para cada uno de nosotros: de lo terrenal a lo celestial; de lo natural a lo espiritual.
"Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones" (Hebreos 3:7-8; 3:15, 4: 7). Tenemos que ejercer nuestra voluntad de escuchar a Dios. Nosotros debemos optar por escuchar a Dios y escoger obedecer a Dios.
La voluntad es una parte muy importante del alma humana. Dios dio al hombre "libre albedrÃo". Dios hizo al hombre con la capacidad de elegir, de tomar decisiones. Muchos en el mundo moderno se preocupan excesivamente por la forma cómo pensamos y lo que sentimos. A veces los jueces y magistrados son blandos con las personas que cometen delitos graves debido a que sufrÃan de depresión o alguna otra enfermedad del alma. El papel de la sutileza de la voluntad parece haber sido olvidado. Cada acción se basa en una opción. No importa qué tan deprimido o negativo pueda estarse sintiendo, Dios nos ha dado la facultad de la voluntad, la cual nos permite tomar decisiones en nuestra alma y, por supuesto, la mejor opción es recurrir a Dios.
En el Salmo 103:1-3, David nos demuestra el poder de la voluntad. Él está al mando de su alma "Bendice alma mÃa a Jehová". David dice que él puede hacer esto porque recuerda todos los beneficios de Dios, del perdón y la sanidad de Dios. David toma la decisión en su alma de bendecir al Señor.
El espÃritu es la parte más interna de la persona. La Biblia enseña claramente que estamos compuestos de espÃritu, alma y cuerpo. Por desgracia, la mayorÃa no son conscientes de ello y no se les enseña sobre la realidad y la capacidad del espÃritu humano. Pablo dice: "Por qué quién conoce las cosas del hombre, sino el espÃritu del hombre que está en él" (1Cor2:11a). Esto significa que a través de mi espÃritu puedo cuidar de mi alma; Puedo ver todo lo que mi alma está pensando, sintiendo y decidir, y como he vuelto más maduro, puedo decidir gobernar mi espÃritu cada vez más y llevar a mi alma a alinearse con el espÃritu.
"Lámpara a Jehová es el espÃritu del hombre, la cual escudriña lo más profundo del corazón" Prov.20:27. Es a través del espÃritu del hombre que Dios obra en nosotros.
A través de mi espÃritu que puedo estar al tanto de lo que mi alma está soñando. A veces Dios usa los sueños para hablar con nosotros espiritualmente. Es sólo a través del espÃritu que podemos entender los sueños que vienen del EspÃritu de Dios.
Incluso antes de nacer de nuevo, podemos discernir las cosas a través del espÃritu. Por ejemplo, un niño pequeño puede saber que algo está mal debido a que es un discernimiento espiritual.
Pablo dijo que él sirvió "en mi espÃritu en el evangelio de su Hijo" (Romanos 1: 9). Jesús dijo que Dios debe ser adorado en espÃritu y en verdad (Juan 4:3-24). El culto religioso es una forma de piedad sin el poder (2Tim 3:5).
Podemos decir que el espÃritu tiene tres facultades principales, asà como el alma tiene tres facultades principales. En el alma están la mente, la voluntad y las emociones. Estas tres facultades del alma se correlacionan con las principales facultades [Funciones] del espÃritu. Las facultades del espÃritu son la conciencia, la intuición y la comunión.
Toda persona humana nace con una conciencia. Es parte de la naturaleza del espÃritu del hombre. La persona que no ha nacido de nuevo todavÃa puede oÃr la conciencia dentro de él, advirtiéndole sobre el bien y el mal. Si nos quedamos fuera de Cristo y habitualmente desobedecemos nuestra conciencia, se volverá marchita e ineficaz (1 Timoteo 4:2).
La conciencia en el espÃritu se correlaciona con la voluntad en el alma. Si oÃmos nuestra conciencia, entonces podremos asumir decisiones correctas. Esto es muy importante: debemos practicar en cuanto a discernir lo correcto de lo incorrecto, nuestra conciencia nos guiará. Recuerde que el hombre maduro espiritualmente puede discernir entre el bien y el mal (Heb 5:14). Pablo dice que la conciencia da testimonio en los corazones de aquellos que no tienen la ley de Dios. Él se está refiriendo a personas no salvas (Romanos 2:12-16).
Esta es la capacidad de tu espÃritu para saber cosas de naturaleza espiritual. La intuición no viene a través del aprendizaje; no proviene a través de la educación. La intuición es una detección directa, operada en su espÃritu. Es la capacidad de escuchar a Dios. La intuición es la facultad espiritual que se correlaciona con nuestro intelecto - la capacidad de saber cosas. Esta es una facultad muy importante que Dios nos ha dado y sin embargo la mayorÃa de los cristianos no son ni siquiera conscientes de la naturaleza del espÃritu que Dios ha puesto dentro de ellos. ¡Su espÃritu escucha de manera intuitiva de Dios! Su espÃritu sabe cosas. Un hombre analfabeta puede conocer las cosas a través de su espÃritu y confundir a los sabios de este mundo.
El alimento del espÃritu en cuanto a la intuición es la palabra de Dios. Dios revela cosas a través de su EspÃritu en nuestro espÃritu, incluso "las cosas profundas de Dios" (1Cor 2:10).
Esta es la capacidad de permanecer en Dios; es la capacidad de adorar (Juan 4: 23), experimentar su presencia. Esta facultad espiritual se correlaciona con la facultad del alma que expresa emociones y sentimientos.
El espÃritu de Dios da testimonio en nuestro espÃritu (Romanos 8:16). Jesús dijo que debemos permanecer en Él (Juan 15:4-5). Habrá muchos frutos si aprendemos a habitar en nuestro espÃritu con el Señor.
La Biblia dice que somos el templo de Dios y que el EspÃritu de Dios habita en nosotros (1Cor 3:16). En el templo de Dios en el Antiguo Testamento, con base con lo que Dios habÃa prescrito previamente para el Tabernáculo, habÃa tres partes: el atrio exterior, el Lugar Santo y el Lugar SantÃsimo. Si somos el templo de Dios, podemos ver que nuestro cuerpo está representado por el atrio exterior, que el alma está representado por el lugar santo, y que el espÃritu está representado por el SantÃsimo, a continuación, podemos ver que hay un orden que tiene que ser restaurado en nuestras vidas. Como se dijo anteriormente, cuando comenzamos la vida como un bebé natural, somos conscientes realmente de un único mundo. La conciencia del cuerpo es el atrio exterior.
El alma está representado por el Lugar Santo, es el siguiente lugar de desarrollo humano y realizamos nuestros mejores esfuerzos para educar a los niños y ayudarles a tener éxito en la vida. Sin embargo, esto se ha vuelto más y más difÃcil en el mundo moderno y la depresión y todo tipo de problemas psiquiátricos se han multiplicado enormemente. No nos hemos dado cuenta de que el alma no puede existir sin la adecuada división con el alma y el espÃritu, esto sólo puede ocurrir a través de la palabra de Dios. No nos hemos dado cuenta de que el espÃritu en nosotros está destinado a ser como el SantÃsimo, el lugar donde habita Dios. En la medida que somos restaurados descubrimos esta vida espiritual impresionante dentro de nosotros. Realmente podemos llegar a ser hombres y mujeres espirituales, los hijos del Dios viviente.
Paul Galligan